TEORÍA ECONÓMICA PARA LA NUEVA CONCIENCIA-22: BASES PARA UNA TEORÍA ECONÓMICA INTEGRAL.
La economía no se da flotando en el vacío, se da dentro de una sociedad. Por ello, antes de ver qué economía es la correcta que debe aplicarse tendremos que analizar qué es una SOCIEDAD, porque es en una sociedad y no en otro lugar donde se da la economía. Dependiendo de qué entendamos como sociedad así será la economía.
¿Qué es una sociedad? Podemos comenzar afirmando que es «un conjunto de HOMBRES que se RELACIONAN entre sí». Tengamos en cuenta esto, hombres y relaciones, porque significa que la ECONOMÍA se basa siempre en el concepto que tengamos de HOMBRE y de SER HUMANO. Según se definan estos dos conceptos se establecerán unas relaciones u otras. La ECONOMÍA no es más que una de las RELACIONES entre hombres, y del hombre con el ser humano.
En la nueva sociedad tenemos que basarnos en el concepto de HOMBRE y SER HUMANO que hemos estado analizando en los post anteriores.
¿Es lo mismo ser humano que hombre? No. Hemos visto que existe el ser humano, y que éste es la suma de todo lo que existe en la creación, ya que todo se da en la creación o evolución de un único ser. Ese es el ser humano, y nosotros formamos parte de él como todo lo que existe. Por así decir somos células de ese ser como todo lo que existe.
Nos hacen creer que el habitante de la Tierra es el ser humano, pero el hombre que habita en nuestro planeta NO ES EL SER HUMANO, sino una parte del ser humano total.
Dentro de ese ser humano o creación hay una parte que se llama Hombre. Y ese hombre es la unión del hombre de la verdadera tierra interior con su yo superior o sol, el Hunahpú. Hombre de la tierra verdadera + sol verdadero = hombre iluminado. Lo que significa que solo se puede llamar hombre al que se encuentre unido a su yo superior y actuando en consonancia con él. El HOMBRE que somos, propiamente hablando no es de esta dimensión, se encuentra en una dimensión interior a la visible, porque esto a lo que llamamos mundo es la dimensión de los cuerpos en los que habitamos.
Esto significa que existimos en varias dimensiones a la vez. Pero nuestra consciencia está aquí, anclada en esta dimensión. Nos identificamos con nuestros cuerpos y nuestros naguales, y eso mantiene nuestras consciencias o «yoes» atrapados en una dimensión más exterior y occidental de la que nos corresponde, en este mar de Ixpiyacoc, en este lugar al que llamamos el universo. Ya tenemos claro que no somos el ser humano. Somos el hombre… y sin embargo…
Propiamente no actuamos como tal, porque aunque interiormente seamos hombres y estemos unidos a nuestro yo interior, Hunahpú, nuestra consciencia no puede pasar a identificarse con nosotros mismos. Hay un velo sobre nuestros ojos que nos impide identificarnos con lo que realmente somos, hombres iluminados…y nos obliga a identificarnos con nuestra mente o razón, con nuestro nagual de los insectos, con algo NO HUMANO.
No somos hombres, porque aunque lo somos, nuestra consciencia se identifica con algo no perteneciente al ser humano… es como si nos hubiéramos identificado con un avatar que sólo es un vestido corporal y mental. Y no hemos podido regresar a nuestro verdadero ser.
Nuestra consciencia está identificada con lo NO humano, con nuestros vestidos, en lugar de estar identificada con nuestro yo interior o verdadero yo, que es de una dimensión interior. Debería estar identificada con el HOMBRE interior que somos, no con nuestra mente o nuestro cuerpo.
No es que seamos niños que no hayamos evolucionado aún como HOMBRE. Sino que estamos secuestrados, somos rehenes de los que nos refuerzan día tras día el velo de la razón y la concepción del mundo de Tohil, que no nos permite acceder a nuestro yo superior, que no nos permite ser HOMBRES. LO QUE HAN SECUESTRADO ES NUESTRA CONSCIENCIA, nuestro «yo». Por eso nos creemos cuerpo y mente, y no podemos ser conscientes de lo que somos, de quienes somos… Solo tenemos que colocar nuestra consciencia en su lugar.
Pero para ello hay que recuperar la sensibilidad y vencer a la razón. Y lo peor es que la razón o mente, que es un nagual, está en el medio de nuestro camino interior, como una especie de telón que nos impide acceder a nuestro interior luminoso, a nuestro ser, a la iluminación, a nuestra humanidad. Ese telón es el que se nos dice falsamente que es nuestro ser, nuestra humanidad, el verdadero oriente interior… Es absolutamente falso, porque esa mente corresponde a los espíritus de los animales primeros, no al hombre que somos. ESO no es el hombre, ni siquiera es una parte del hombre, porque no es humano.
Ni pertenecemos a esta dimensión exterior, ni la mente es humana. Nuestra mente humana es algo tan distinto a esta que solemos usar, que incluso puede abarcar la comprensión de la creación completa… si pudiérais usarla aunque fuera una sola vez me comprenderíais. Yo ya lo he hecho.
Nos encontramos en un estado extraño a nuestra propia naturaleza. Y esto es así no sólo para nosotros que somos las víctimas de los actuales sacerdotes y sacrificadores, sino también para ellos, ya que tampoco acceden a su interior, puesto que consideran que lo más interior que existe es la mente o razón, el velo de nuestros ojos. El telón que está en medio, la mente o razón propia de los espíritus de los animales primeros, es a lo que llaman ser y ser humano, pero ni siquiera es humano.
Son ciegos que nos inyectan su propia ceguera, y como para ellos es «lo normal», y lo ventajoso para dominarnos, tener poder, riquezas, y todas esas tonterías, nos obligan a creer en la normalidad de lo inhumano.
Si conseguimos desarrollarnos a partir de la sensibilidad, quitaremos ese telón de fondo que es la razón, y seremos hombres. Esto es así porque la sensibilidad SI ES HUMANA. La sensibilidad es luminosa, mientras que la mente es de energia nebulosa y no tiene interior. Finaliza en ella misma. Por eso no puede comprender la dimensión interior, la dimensión humana.
Si lo hacemos así seremos hombres, sencillamente porque ya lo somos, sólo hay que colocar como digo nuestra consciencia, nuestro yo, en su lugar natural e identificarse con nuestra propia luminosidad, nuestra propia humanidad, que es la que está conectada con el ser humano. Debemos salir de la trampa que nos ha tenido atrapados por milenios.
Solo habrá una sociedad humana cuando los hombres de este planeta nos relacionemos como HOMBRES unidos a nuestro yo interior, sin velo sobre los ojos, actuando como un solo ser que es el hombre, y sabiendo que formamos tambien un solo ser mas amplio junto con todo lo que existe, que en este caso es el ser humano.
Ya veis que ser humano y hombre no es lo mismo, y que los hombres de este planeta (todos) siendo hombres, aun no nos relacionamos ni como hombres, ni como ser humano. Y así las sociedades que hemos construido no son humanas, ni tienen que ver por supuesto con el ser humano mas amplio en el que todos existimos.
Esto es porque nos relacionamos entre nosotros como si fueramos MENTES, entes mentales, naguales, y no seres humanos. Nos relacionamos entre nosotros y con los demás seres como si fuéramos espíritus de animales primeros. Todas nuestras relaciones son mentales, ideologicas, todas nuestras relaciones se basan en sistemas de ideas que se han producido por la MENTE NEBULOSA de los sacerdotes y sacrificadores… no hay una sola injusticia en las sociedades de este planeta que no haya salido de la mente de un intelectual… y todas estas ideologías y teorias están basadas, son variantes, de la concepción del mundo de Tohil. Por eso son inyectadas por ellos en el inconsciente de la gente y benefician sólo a los grupos de poder. TODAS SON APRENDIDAS, interiorizadas… NO NATURALES.
Si quitamos el telón, el nagual de los insectos que nos engrosan, inyectándonos su concepción del mundo falsa mediante artimañas y manipulación ¿como seria la sociedad?
Está claro que sería una sociedad humana dentro de una sociedad mayor que es la del ser humano. Así el hombre que seríamos estaría integrado en el todo. Formaríamos parte de la creación. Ahora no formamos parte de ella estamos fuera, precisamente porque no actuamos como humanos. Sino como naguales, algo ajeno a nuestra naturaleza. Eso es lo que nos mantiene atrapados en esta dimensión exterior.
Si consiguiéramos ser humanos habitaríamos en la dimensión interior que nos corresponde y esta dimensión quedaría como dice el apocalipsis… y vi que la tierra y el cielo se enrollaban, y aparecía una nueva tierra y un nuevo cielo… Se refiere a la tierra y al cielo interior del que procedemos, de donde nos fuimos, y al que volveríamos. Ese es el que aparecería, y esto se esfumaría… se desvanecería, porque somos nosotros con nuestra mente manipulada los que hacemos que este planeta en esta dimensión exista… por eso nos necesitan, por eso no quieren que sepamos la verdad… ellos sólo tienen poder en esta Tierra de esta dimensión.
Aunque os parezca extraño ese sería el resultado de hacer una sociedad humana. ese es el futuro del hombre que habita en esta Tierra, volver a ser humano y regresar a la humanidad en su propia dimensión interior… si no fuera porque nos hacen identificarnos con lo no humano con que nos vistieron, si no fuera porque nos manipulan para que continuemos identificándonos con este mundo, ya estaríamos siendo humanos y habitaríamos en la dimensión humana… y eso no sólo supone un cambio social, sino de dimensión. Que lo logremos o no, depende de nosotros.
Nuestro diseño de la sociedad debemos hacerla basándonos en lo que sabemos. Tiene que ser una sociedad que facilite que el hombre pueda descorrer el telón y volver a ser humano. Tendrá que relacionarse en dos sociedades. La primera sería la sociedad humana, y sus relaciones con los demás hombres deberán ser de identidad, sabiendo que somos un solo hombre. No hay hombres, sino un solo hombre formado por todos los hombres. Por eso los mayas dicen, somos uno como los dedos de una mano. Así conseguiríamos una sociedad de verdaderos hombres, siendo de nuevo el hombre. Aun así nos faltaría algo para volver a la creación. Y es lo siguiente.
Además de formar una sociedad humana, esta tendría que formar parte (integrándose) dentro de otra sociedad más amplia, la sociedad del ser humano, la que forma todo lo que existe visible o invisible. En ella las relaciones con todo lo que existe deberá ser también de identidad si queremos estar dentro de la evolución del ser humano. Es decir, volver a estar dentro de la creación de la que nos fuimos voluntariamente. Para esto también sirve lo que dicen los mayas, somos uno con todo lo que existe como los dedos de una mano.
Las RELACIONES basadas en este concepto de hombre tienen que ser de IDENTIDAD, ya que todos formamos partes del mismo ser. Y nuestra sociedad tiene que ser una sociedad de hombres que se relacionan como un solo ser entre sí y con todo lo que existe. Por ese motivo los indígenas americanos llaman abuelos, hermanos, madre y padre a todo lo que existe. Ellos saben como debe ser una sociedad. Porque ellos no lo han olvidado, nosotros sí.
Grupos de intelectuales religiosos y laicos hicieron nuestra civilización occidental. Un día optó por la mente, por la razón, y nos lo impusieron. Y esto fue debido al deseo nebuloso de poder, de dominio, de riqueza… Esto cambió la humanidad del hombre, su verdadera razón humana se abandonó y se sustituyó por la mente que es el nagual, el fuego de la luciernaga. Dentro de los hombres que habitan el planeta, la civilización occidental es la más alejada de la humanidad. Por eso sus diseños sociales incluyen un falso concepto de HOMBRE y de SER HUMANO, y establecen relaciones falsas entre los hombres y con los demás seres y elementos que le rodean.
En las demás culturas aun se recuerda algo. En la nuestra no, lo hemos olvidado. Por eso ellos conservan la CONCIENCIA, que es distinta de la consciencia. La consciencia es lo que nosotros decimos «yo», con lo que nos identificamos. Nosotros SOLO NOS IDENTIFICAMOS CON NUESTRA MENTE NO HUMANA.
La CONCIENCIA, sin embargo, es la energía luminosa que atravesando nuestro nagual mental, impuesto, nos ilumina y aconseja desde nuestro interior. En las otras culturas la conciencia sigue funcionando, aunque la manipulación engrose su nagual, pero en nuestra cultura es difícil que la luminosidad atraviese nuestro nagual engrosado… funcionamos con la «falsa conciencia» nebulosa, que nos autoriza a actuar como espíritus de los animales primeros, no como humanos.
Esta falsa conciencia está modelada desde afuera con la concepción del mundo de Tohil. A más interiorización de esa concepción del mundo falsa, más actuará la falsa conciencia. Así observamos que hay cosas que desde el punto de vista humano son intolerables, por ejemplo que se ponga el dinero por encima del hombre, la esclavitud o el hambre… y sin embargo los que lo hacen consultan con su supuesta conciencia y esta se lo permite… porque con quien consultan es con su falsa conciencia. El resultado es que actúan como perfectos espíritus de animales primeros que siguen a su energía nebulosa, pero no como hombres.
Ese choque de conciencias (verdadera o humana, y falsa o de espíritu de animal primero) es el que produce todas las contradicciones personales y sociales, y todo el sufrimiento que tienen las personas que habitan en este planeta.
Nos relacionamos pues como espíritus de animales primeros, basándonos en ideas mentales nebulosas, y así establecemos entre esas relaciones la relación económica…
A partir de esas relaciones falsas se diseñan teorías económicas inhumanas y por supuesto falsas, que se basan en dos tipos de hombres, en las que unos pueden explotar y dominar a los otros, y explotar así mismo a lo que les rodea. También ese falso concepto de hombre lleva a que se diseñe una propiedad privada, que es una forma de relacion de dominio, pero no es una relación natural, ni propia del hombre. Todo lo contrario.
El verdadero hombre, no domina, se integra, porque sabe la verdad de la creación. El falso hombre se cree elegido para dominar. Y ese derecho se lo da alguien al que llama dios, pero que no es más que un animal primero que se marcho en su dia de la creacion, del ser humano, y al hacerlo caminó hacia su muerte por ignorancia, por seguir a su propia energía nebulosa, hasta que se volvió un elemental de las sombras.
El falso hombre identifica su consciencia con sus tres naguales unidos, el aguila-jaguar (Tohil) que no es más que la sombra del pájaro serpiente u hombre elemental, y el nagual de los insectos (Naxit).
El falso hombre no es hombre ni actúa como tal, sino como un elemental de la sombras, y es envidioso y enemigo del hombre verdadero… ya va siendo hora de dejar de ser elementales de las sombras y recuperar nuestra profundidad, nuestro volumen, nuestra humanidad y levantarnos a la vida a la que pertenecemos. Recuperar el uso de nuestra energía luminosa identificando con ella nuestra consciencia. Esa es la nueva conciencia… Ahora sólo lo hacemos mientras dormimos, y bastante imperfectamente.
Por eso nuestras sociedades no tienen profundidad, y sólo actúan en dos dimensiones. Fijaros que funcionamos con derecha, izquierda, arriba y abajo, totalmente jerárquicas, sin dimensión interior ninguna. Nuestros naguales no la tienen. Son sombras, energía nebulosa.
La humanidad sin embargo es energía luminosa. Teniéndola no la usamos mediante la sensibilidad. Teniendo profundidad seguimos las reglas del juego que nos marcan los poderes que no son mas que elementales de las sombras. Espíritus de animales primeros que desechan su energía luminosa voluntariamente. Pero a nosotros nos obligan…
Digamosles que no, digamosles que no vamos a seguir jugando a ese juego criminal que supone la muerte del hombre en todos los sentidos.
La economía tal como ellos la conciben no es una ciencia inocente, sino algo que nos llevará a la destrucción no sólo del hombre de este planeta, sino de toda vida, porque es la puesta en práctica de lo inhumano que está en nosotros y que no forma parte del ser humano, del mismo modo que la placenta deja de formar parte del feto, aunque en un momento anterior perteneciera al mismo óvulo fecundado.
Para hacer nuestra sociedad, tenemos que establecer, pues, dos sociedades, una dentro de otra. La sociedad humana dentro de la sociedad natural de todo lo que existe. Y si nos fijamos, así es como funciona todo en la naturaleza. TODA ESPECIE SE RELACIONA ENTRE SI MISMA Y CON TODO LO DEMÁS. Y la relación base de la que deben derivar todos los tipos de relaciones, entre ellas la económica, en esas dos sociedades integradas, es la de IDENTIDAD.
IDENTIDAD es más que igualdad. La igualdad supone que somos seres separados. Iguales en derechos pero separados. Sin embargo, la identidad es distinta, no hay separación, somos un sólo ser, un sólo hombre, un sólo ser humano con distintas manifestaciones. Sólo nuestra manifestación estaría separada de las otras manifestaciones, pero interiormente formamos parte del mismo hombre y del mismo ser humano.
Esto lleva a construir una sociedad con unas relaciones entre hombres completamente horizontales, y basadas en la esencia de lo que es el Hombre y de lo que es el Ser Humano. Lo contrario es la sociedad jerárquica actual.
Ese es nuestro camino para hacer un mundo justo. Y lo mismo en lo que respecta a la naturaleza, a todo lo que existe, incluyendo el aire y las piedras, lo visible y lo invisible.
Diseñaremos, pues, una sociedad en la que jamás debe olvidarse que interiormente todo es un sólo ser humano, y que todo, absolutamente todo lo que existe es un sólo ser interiormente, no sólo los hombres. Así podremos establecer unas relaciones naturales entre los propios hombres, y también entre los hombres y el resto de las distintas manifestaciones del ser humano único.
Esto es importante, porque la sociedad injusta actual «supone» falsamente todo lo contrario. Creen que todo lo que existe son seres distintos y separados. Y precisamente esta falsedad es la que justifica la explotación de los hombres y de todo lo que existe. Y no sólo la EXPLOTACIÓN sino la PROPIEDAD. Y esas falsedades son las que sostienen sus modelos económicos.
Resumiendo, la economía no es algo inocente, sino que hunde su raíz y se sostiene muy profundamente. Toda injusticia procede del concepto de Hombre y de Ser Humano del que se parta, porque eso es lo que determina las relaciones. La economía es eso y nada más, una simple forma de relación. Diseñar una nueva economía, pues, forma parte del diseño de unas nuevas relaciones sociales basadas sobre un nuevo concepto de hombre y de ser humano.
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UN POCO DE HISTORIA DE LAS RELACIONES SOCIALES:
En el racionalismo, los pensadores de nuestra cultura occidental intentaron averiguar sin mucho éxito cuáles eran estas RELACIONES sociales. Dividieron lo existente en tres conceptos separados: Dios, el hombre y el mundo. Y luego se preguntaron qué relaciones se daban entre los tres. Es decir, ¿cómo se relaciona el hombre con Dios? ¿cómo se relaciona el hombre con los demás hombres? ¿cómo se relaciona el hombre con el mundo?
Estaban en el mismo punto que nosotros ahora. Querían luchar contra el feudalismo. Si lo conseguían podían hacer una sociedad NO-FEUDAL. Pero no consiguieron contestar a esas preguntas. Y no lo consiguieron porque no partían de lo natural, sino que creyendo partir de cero, estaban partiendo de aceptar inconscientemente la concepción del mundo de Tohil. No partían del verdadero HOMBRE, ni del verdadero SER HUMANO, sino que las propias preguntas que se hicieron ya suponían SEPARACIÖN, que es lo propio del ente mental. Fijaros en las preguntas.
Daban por sentado que Dios, hombre y mundo eran naturalezas DISTINTAS y SEPARADAS… por supuesto que desde ese punto de partida falso no podían llegar a la respuesta correcta. Partían de una falsedad ¿cómo iban a encontrar la verdad? Ya incluían el gusano de la separación propio del ente. En su inconsciente estaba la concepción del mundo de Tohil. Por eso es tan importante que nosotros limpiemos de ella nuestro inconsciente.
Cada filósofo hizo su propuesta y hay tantas respuestas como filósofos. Ninguna sirvió. A fecha de hoy la cultura occidental no sabe como se relacionan entre sí estos tres conceptos, y por ello no se ha podido diseñar una sociedad justa. Sin embargo nosotros ya sabemos que se relacionan como un todo, porque todo es un solo ser con manifestaciones distintas.
Por el hecho de que partieron sin saberlo de la propia concepción del mundo de Tohil es por lo que hoy seguimos dentro de una SOCIEDAD FEUDAL, ya que a falta de respuesta a estas preguntas se rindieron, abandonaron la búsqueda de la verdad, la cambiaron por la utilidad, y optaron por unirse al enemigo. Entonces se incrustaron en la jerarquía feudal como CLASE MEDIA, y siguieron utilizando las RELACIONES propias de la concepción del mundo feudal de Tohil que imponían las religiones europeas. El sistema de los sacerdotes y sacrificadores les venció.
Y la sociedad quedó feudal, jerárquica y no humana, como sigue:
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1/ Nivel ideológico: Es la contestación de los filósofos a la pregunta ¿cómo se relaciona el hombre con Dios? Este nivel se imponía sobre los otros y se sigue imponiendo. Sustituye a la verdad natural, a la verdad de la creación. Es la variante de la concepción del mundo de Tohil en el que se sustentan los otros dos niveles. La concepción feudal del mundo impuesta era jerárquica. La respuesta es la misma que había antes: arriba estaría Dios(Tohil) al que el hombre está sometido. La relación del hombre con Dios era de sometimiento a su voluntad. Dios DOMINA sobre el hombre. Es una relación de dominio, no de identidad.
2/ Nivel social: Es la contestación a la pregunta ¿cómo se relaciona el hombre con los demás hombres? La respuesta la misma de siempre: La voluntad de Dios se bifurca. Dios-Tohil tiene una voluntad para los elegidos (con los que estableció una Alianza) y otra para el resto de los hombres. Esto se expresa como una sociedad con dos tipos de hombres:
2.a/ Nivel político: Los elegidos supuestamente unidos a Naxit ellos sólos e inteligentes por esa causa, los sacerdotes y sacrificadores, los auténticos hombres emparentados con dios por medio de su sangre, de su alianza, a los que su Dios les ha prometido la salvación y el dominio sobre la tierra y sobre el resto de los hombres… LOS MARCA MEDIANTE EL SIGNO DE LA INTELIGENCIA (NAXIT). Estarían sometidos a la voluntad de su Dios, que por supuesto les favorece siempre a ellos y actúa contra el resto de los hombres no-humanos.
2.b/ Lo no-humanos sometidos a la voluntad de Dios-Tohil y a la voluntad de los elegidos por él. Estos somos nosotros. Pero nosotros no formamos ningún nivel de la jerarquía. Somos un elemento móvil dentro de esta concepción del mundo como veremos.
Las relaciones sociales son por tanto de DOMINACIÓN de un tipo de hombres sobre los otros. la identidad supondría para ellos una aberración, ya que no partían del concepto de Hombre verdadero. Sino de un concepto de hombre doble, el dominador y el dominado. Si hubieran partido del Hombre y del Ser humano hubieran visto que la relación es de IDENTIDAD.
3/ Es el nivel económico: Es la contestación a la pregunta ¿cómo se relaciona el hombre con el mundo? Y la respuesta es la misma de siempre. La relación entre el hombre y el mundo es de DOMINACIÓN. Todo les pertenece a los elegidos por Dios. El mundo y todo lo que contiene es «la tierra prometida»: «Dominad la tierra y enseñorearos de ella». Poseer el mundo es poseer riquezas. Dominar viene del latín Dominus, que significa Señor. Ellos son los señores y dominan sobre el resto de lo creado.
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Si os fijáis, el lugar que ocupamos nosotros en la jerarquía es el único que se mueve. Por ello no formamos parte de ninguno de los niveles jerárquicos (ni social, ni político, ni económico).
¿De qué depende esta movilidad? Depende de la lucha social. Cuando la lucha social consigue algunas conquistas, o sea, en el mejor de los casos, nos movemos hacia arriba. Estaremos situados en la jerarquía en el lugar 2.b/ del esquema. Esto ocurre en democracia con estado de bienestar, en sistemas socialistas en los que ha habido lucha obrera, etc.
Sin embargo, cuando perdemos los logros de la lucha social, como ocurre actualmente con el neocapitalismo, nos mueven, nos bajan directamente al nivel económico. Esto es, al MUNDO, al nivel de animales o cosas, y por ello nos sacan del nivel social para obligarnos a formar parte del nivel económico.
Cuando nos colocan dentro del nivel económico es cuando puede suceder el vasallaje, la explotación, la esclavitud, etc. y pasamos a ser recursos económicos como el resto de lo que para ellos forma el MUNDO. Las relaciones entre ellos y nosotros son entonces de PRODUCCIÓN. En este lugar es donde hemos estado la mayor parte de nuestra historia. En el lugar de los animales.
Hoy somos parte de su patrimonio, de sus posesiones, somos recursos económicos o capital humano… en definitiva MUNDO. Hemos vuelto al lugar que se nos asignaba en la alta Edad Media donde el hombre se consideraba unido a la tierra… somos recursos como el carbón o el acero, o animales productivos. No formamos parte de la sociedad o de la NACIÓN de los elegidos.
Somos EXCLUIDOS de SU SOCIEDAD HUMANA; excluidos de la sociedad, de la jerarquía, de la humanidad… Nos quitan la DIGNIDAD humana de nuevo. Por eso nos IN-DIGNAN. Nos han vuelto a colocar en el nivel económico. Se nos ha vuelto a colocar en la NACIÓN de los NO-HOMBRES. Los empresarios se frotan las manos, ha vuelto la esclavitud. Los políticos, banqueros, nobles y eclesiásticos se frotan las manos, ha vuelto el vasallaje.
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¿Dónde quedaría en este esquema el nivel natural, el del ser humano? En ninguna parte, ya que quedaría sustituido por el nivel ideológico del ente, la concepción del mundo de Tohil. Y en el mejor de los casos, cuando mediante luchas sociales conseguimos colocarnos dentro del nivel social (en el lugar 2.b/) saliéndonos de la identificación con la tierra, de la animalidad o de la cosificación, es cuando se consigue que aparezca ALGO del nivel NATURAL.
Este se manifiesta en unos pocos DERECHOS con los que se nos reconoce un mínimo de naturaleza humana, aunque nunca al mismo nivel que el de los elegidos.
Los derechos humanos que nos pertenecen por NATURALEZA solamente aparecen en la sociedad entonces como «concesiones» que nos dan a regañadientes cuando las ganamos a fuerza de lucha social. Aunque se recojan en las constituciones siempre son pocos los que se realizan en la práctica. Y siempre duran un tiempo corto, porque la tendencia de los que se consideran a sí mismos elegidos por la voluntad de Dios para ser hombres, Señores, y dominar, siempre será la de volvernos a echar, a re-bajar de nivel, y a volvernos a identificar con el MUNDO en el nivel económico (3/) unidos a la tierra y a las herramientas de trabajo, sea como animales o sea como cosas. Pero siempre de su propiedad. Esto es lo que está sucediendo hoy.
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¿CUAL HA SIDO EL FALLO DE LA LUCHA SOCIAL HISTÓRICAMENTE?
A pesar de los esfuerzos y del dolor que conlleva toda lucha y toda conquista social a lo largo de la historia, en realidad sólo ha consistido en dar pequeños saltos, nunca duraderos, para salir de lo que ellos llaman MUNDO e intentar colocarnos dentro del nivel social, aunque sea en una categoría secundaria de no-humanos. Del lugar 3/ del esquema al lugar 2.b/. Y nada más.
Y ellos, por supuesto, en el momento que pueden nos vuelven a sacar del nivel social, para regresarnos al nivel económico, o MUNDO; al estado de animales o cosas de su propiedad.
¿Cuál es el fallo? que luchar con mucho sufrimiento para ascender desde el MUNDO o nivel económico a la SOCIEDAD humana temporalmente, deja intacta la estructura jerarquica y la concepción del mundo de Tohil. Jamás hemos modificado eso, sólo subir y bajar eternamente el mismo peldaño de la sociedad eternamente jerárquica.
ESTO ES LO QUE HAY QUE CAMBIAR. ESTA VEZ HAY QUE HACERLO DE OTRA MANERA. No intentaremos subir del nivel económico o MUNDO, al nivel social, para reivindicarnos como hombres de segunda categoría. Lo que hay que derribar es la estructura jerárquica, la concepción del mundo de Tohil. Entonces no habrá ni arriba, ni abajo, porque no habrá jerarquía; y sin jerarquía no habrá injusticia. Es su concepto de HOMBRE, de SER HUMANO y de RELACIONES lo que está envenenado. Tenemos que darle la profundidad que no tiene este mundo de sombras incluyendo al ser.
No hay en realidad ni izquierda ni derecha porque la sociedad no es horizontal, nunca lo ha sido. Izquierda para ellos significa «abajo», y derecha para ellos significa «arriba»… Lo que tenemos que cargarnos es el arriba y el abajo, la jerarquía. ¿Cómo? diseñando una sociedad con unas relaciones y un concepto de hombre basado en el ser humano en el que no tiene cabida esa concepción del mundo. Eso es lo que estamos haciendo en esta teoría.
Nuestra sociedad ideal debe ser horizontal, pero además PROFUNDA, incluyendo la dimensión del ser, porque esa es la dimension del hombre y del ser humano. Si es profunda será humana.
La INJUSTICIA SOCIAL proviene de las RELACIONES falsas ideológicas que derivan de la estructura jerárquica feudal, que mantienen los del SABER, y se basa en la concepción del mundo de Tohil.
Esta vez las sustituiremos por relaciones NATURALES. Ya sabemos qué es el HOMBRE, y que la sociedad es «un conjunto de hombres que se relacionan entre si». Pero además sabemos que estas relaciones deben ser naturales, y también sabemos cuales son. Tenemos lo que los racionalistas buscaron y no encontraron.
Esta vez acertaremos a formular la muerte del feudalismo jerárquico. Y lo que es más importante, sustituiremos LA CONCEPCIÓN DEL MUNDO DE TOHIL POR LA VERDAD DE LA CREACIÓN, y volveremos a ser HOMBRES que saben que son UN SOLO HOMBRE, Y QUE FORMA PARTE DE UN SOLO SER, QUE ES EL SER HUMANO JUNTO CON TODO LO QUE EXISTE.
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